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miércoles, 28 de marzo de 2012

La banca española augura cinco años más de sequía de crédito

La banca española augura cinco años más de sequía de crédito

La reforma financiera impulsada por el Ministerio de Economía y Competitividad podría no cumplir uno de sus principales objetivos: que vuelva a fluir el crédito a la economía real.
Fuentes del sector financiero auguran que durante los próximos cinco o seis años el crédito continuará bajando o se mantendrá plano.
¿La causa? Que la economía española aún debe profundizar en su desapalancamiento.

Para lo que sí servirá la reforma de Luis de Guindos será para ayudar a sanear los balances de las entidades financieras,
y para ahondar en el proceso de concentración del sector, al que aún le queda bastante camino por recorrer,
según señalan expertos del sector, que, aunque no especifican cuántas entidades quedarán al final de la segunda ronda de fusiones,
las fuentes del sector financiero consultadas auguran que “se mantendrán tres grandes entidades y el resto tendrán que ser jugadores de nicho”.
En este contexto, la persistente necesidad de importación de capitales para financiar la actividad económica provoca que las entidades financieras tengan serias dificultades para reactivar el crédito.

De acuerdo con los datos que publica el Banco de España, al cierre del mes de enero, la banca española contaba con un volumen de crédito concedido de 1,76 billones de euros. Por su parte, los depósitos alcanzan los 1,4 billones.

Este gap comercial —la proporción del crédito que no puede financiarse vía captación de pasivo por parte de las entidades— de cerca de 400.000 millones de euros debe financiarse en los mercados mayoristas.
Algo que en los últimos meses ha sido bastante complicado para las entidades financieras españolas debido a las tensiones en los mercados de liquidez y a la desconfianza en todo lo que implicara a la banca española.

Y esa falta de confianza viene motivada por la exposición al mercado inmobiliario de la banca española, que aunque el Banco de España y el Ministerio de Economía se han empeñado en acotar con luz y taquígrafos, los inversores y analistas internacionales no se terminan de creer, según señalan las fuentes consultadas.

Sanear los balances

Para que las entidades vuelvan a poner en marcha el flujo del crédito deben solucionar antes varias dificultades. La primera de ellas será cumplir con las provisiones extraordinarias exigidas por el Banco de España, que si bien, según sostienen varias fuentes del sector, no solucionarán el problema,
sí supone una acción decidida del Gobierno de Mariano Rajoy para hacerle frente.

En este sentido, de los cerca de 176.000 millones de euros contabilizados como problemáticos de la cartera total de créditos destinados a actividades inmobiliarias, sólo 45.000 millones estaban provisionados.

La reforma financiera de Luis de Guindos permite multiplicar por dos esa cifra, y aliviar las futuras pérdidas de las entidades, que aún deben lidiar con el cerca de un millón de viviendas nueva construida no vendida que tienen en sus balances,

En este contexto, los analistas de banca estiman poco probable que la economía española vuelva a disfrutar de los niveles de crédito de los años previos a la crisis, ni de los beneficios de los que disfrutaban las entidades.
A pesar de las inyecciones masivas de liquidez a tres años realizadas por el BCE, que sólo servirán para aliviar los vencimientos de deuda a corto plazo de las entidades,
pero que tendrán que devolver entre finales de 2014 y febrero de 2015 al organismo que preside Mario Draghi, y que sólo supone un alivio temporal para el sistema financiero español.