la bolsa

viernes, 30 de marzo de 2012

Los bancos españoles siguen dando sorpresas

Los bancos españoles siguen dando sorpresas

Supuestamente, desde que comenzara la crisis, el sector bancario español ha salido de apuros muchas veces.
Pero ¿ha avanzado desde entonces?

La opa presentada el lunes por CaixaBank sobre Banca Civica, que tendrá un coste de mil millones de euros, es la última de una serie de operaciones emprendidas este año con objeto de recuperar la confianza en el sector.

Sin embargo, aunque estas operaciones son un paso adelante, sigue habiendo escollos que parecen cada vez más difíciles de superar.
Está claro que los bancos españoles no han permanecido inactivos desde febrero, cuando el presidente Mariano Rajoy les dio un año de plazo para aumentar las provisiones sobre préstamos inmobiliarios tóxicos en 50.000 millones de euros o dos años si acordaban fusionarse, y conseguir una ratio de capital Tier 1 del 8%.

Desde entonces, BBVA se ha hecho con el control de Unnim, Sabadell ha comprado CAM y realizado una ampliación de capital.
Bankia, por su parte, ha ampliado capital con un canje de participaciones preferentes. BBVA ha conseguido incluso vender bonos senior no garantizados.
Tras el acuerdo de CaixaBank, quedan solo tres pequeñas cajas de ahorros cuyo futuro aún no se ha decidido. No obstante, si analizamos con atención la opa de CaixaBank sobre Banca Civica, los desafíos a los que se enfrenta España son bastante evidentes.

A finales de 2011, Banca Civica tenía un valor en libros de 2.800 millones de euros. CaixaBank ha rebajado la cifra a cero.
El precio de compra de mil millones de euros representa sólo la parte de Banca Civica de los 1.800 millones de euros de sinergias que se calculan.
El cálculo parece generoso, dado que la operación reducirá en 2.800 millones de euros el capital de CaixaBank, con lo que su ratio de capital Tier 1 pasará del 12,5% registrado a finales de diciembre al 10,4%.

Y eso que se supone que Banca Civica es una de las cajas de ahorros más saneadas, después de haber asumido unas provisiones de 2.000 millones de euros para cubrir préstamos tóxicos antes de salir a bolsa el año pasado.

Lo que resulta inquietante es que estas nuevas provisiones superan en 2.000 millones de euros la cantidad exigida en el plan de reestructuración del Gobierno.
Eso aumentará las dudas sobre si las provisiones del sector todavía no son lo suficientemente realistas para crear incentivos para que los bancos se deshagan de las propiedades.
De hecho, el stock de propiedades que quedan por vender, que ya alcanza un millón, sigue creciendo.

Estas dudas sobre la adecuación del capital son muy perjudiciales porque la estructura de financiación del sistema bancario español está totalmente deteriorada.
La ratio depósitos/préstamos del sector alcanza ya el 145%. Ante el cierre de los mercados mayoristas, los bancos españoles se han visto obligados a recurrir al Banco Central Europeo, captando el equivalente al 15% del PIB.

Los préstamos que han solicitado algunos bancos al BCE superan el 10% de cartera de préstamos, un nivel preocupante para los inversores, según UBS.
Los bancos españoles han utilizado la liquidez del BCE para comprar deuda pública, en un momento en el que Madrid se enfrenta a dudas sobre su propia solvencia.

Lejos de avanzar, los bancos españoles todavía tendrán que apretarse el cinturón.