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domingo, 22 de abril de 2012

Rajoy castiga a Argentina sin 750 millones en biodiesel

Rajoy castiga a Argentina sin 750 millones en biodiesel
El aviso de represalias "contundentes" por haber expropiado YPF se limita al orden de explotar la producción en plantas del Estado para evitar su importación
Los grupos españoles en Buenos Aires y la tasación a cobrar por Repsol imponen prudencia.

Cuando valoraba el alcance de las represalias contra la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, por la nacionalización de YPF, el gobierno de Mariano Rajoy ya avisó:
"las medidas no se anuncian, se adopten."
En el momento de su adopción, y habiendo sopesado el catálogo de castigos diplomáticos, Rajoy eligió la represalia indirecta y sibilina: elevar la producción de biodiesel en las plantas del Estado para limitar la importación del de Argentina, uno de los líderes en biocombustible refinado de aceites vegetales.
El castigo quiere dejar a cero el contador de las 719.473 toneladas importadas en 2011 por valor de 750 millones.
La expropiación del 51% que Repsol tenía en YPF forzó a Rajoy a convocar de urgencia en la Moncloa lunes sus ministros José Manuel Soria (Industria) y José Manuel García Margallo (Asuntos Exteriores), que de noche comparecieron a la unísono para anticipar represalias "claras y contundentes".
A la hora de plasmarlas, sin embargo, Buenos Aires es un tablero de juego sensible, con muchas filiales de los grandes del Ibex 35, como Gas Natural, Telefónica, Santander, BBVA y Endesa. A su vez, el Estado español es el sexto destino de las inversiones de Argentina, con más de 2.000 millones.
El cóctel de la pulsión de la represalia y el sudoku de las relaciones comerciales se resolvió en una orden ministerial, que el BOE publica hoy, y que "tiene por objeto un apoyo a las operaciones de refinado [del biodiesel] por las empresas estatales y comunitarias, y busca colocar en una situación adecuada para poder ofrecer el biodiesel en condiciones competitivas ", precisó la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría.
La concreción numérica que busca el BOE es que la mitad de las 1,6 millones de toneladas de biodiesel que consume el Estado y que ahora importa de la Argentina se refina en plantas de la península o bien instaladas en Estados socios de la UE.
El recurso de castigar a las importaciones por una vía indirecta, añadida a los tambores de una ofensiva diplomática internacional, tiene la virtud de no disparar más la tensión entre Madrid y Buenos Aires, justo cuando el tribunal de tasación argentino, fuertemente orientado por el influyente viceministro de Economía, Axel Kicillof, afronta el reto de tasar el precio de compensar Repsol por la filial expropiada.
Si el presidente de Repsol, Antonio Brufau, mantiene que el pastel de YPF expropiado vale 8.000 millones y así lo reclama el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial, Kicillof se hace el loco : "No sé de dónde sale el número."