Caja Bank hace neto en un solo trimestre con los requisitos sobre el riesgo inmobiliario
El resultado cae un 84%, hasta los 48 millones, por una inyección de provisiones de 960 millones
El crédito sigue a la baja mientras que la morosidad se dispara al 5,25%.
El resultado de Caixa Bank se redujo un 84% en el primer trimestre del año, hasta los 48 millones de euros.
Esta magnitud, que de antemano se podría interpretar negativamente, fue presentada ayer por los máximos directivos de la entidad, el presidente, Isidro Fainé, y el vicepresidente ejecutivo, Joan M. Nin, como un éxito.
El motivo de la satisfacción es que la bajada en el beneficio proviene de la decisión de destinar fuertes provisiones, 960 millones, un 157,4% más que hace un año, para cumplir "de golpe" con los requisitos establecidos en el decreto del gobierno español para la cobertura del riesgo inmobiliario de las entidades financieras.
Caja Bank ha secado, pues, de una tacada esta exigencia, en total 2.436 millones, sumando también las provisiones genéricas, que estaban "intactos", tal y como explicó Nin, que, en una demostración de autoconfianza, aseguró que todo ello se ha hecho "porque se puede" y porque el grupo ha actuado "como hormiga y no como cigarra".
En cuanto a la cuenta de resultados para el primer tramo del año, suben todos los márgenes, especialmente el de explotación, un 25,3%, hasta los 889 millones.
El de intereses creció un 10,2%, hasta los 883 millones, gracias, según explicó el vicepresidente ejecutivo, la gestión de los márgenes.
Nin señaló como claves la notable subida de las comisiones netas, un 7,8%, y la contención intensa del gasto, que cae un 6,2%. Globalmente, el negocio ha crecido un 0,5%, en buena parte por la captación de pasivo, ya que el crédito confirma su retroceso, un 1,2%, con una morosidad que se ha disparado del 3,95% de hace un año el 5,25%, a pesar de la prudencia que el grupo catalán asegura que está aplicando en el crédito promotor.
El debate continúa
En la puerta del Palacio de la Feria, donde se celebraba la primera junta de accionistas de Caixa Bank, no faltaron los representantes de los ahorradores disconformes con la reconversión de las participaciones preferentes.
Alrededor de unas setenta personas reclamaron un trato justo, aunque Fainé defendió la propuesta de canje que ha hecho la entidad y que han aceptado un 98,4% de los afectados.
Cívica, poco a poco y buena letra
La reciente absorción de Banca Cívica acaparó buena parte de la comparecencia de los dos directivos.
Fainé quiso tranquilizar a la plantilla del banco asegurando que, si bien la integración de las plataformas tecnológicas estará lista en julio, la reestructuración de plantillas y oficinas se llevará a cabo de manera muy lenta,
"a lo largo de meses o quizás de años ", porque se trata de" personas y no de números ".
A su vez, Nin puntualizó que el nuevo grupo mantiene el core capital según los criterios de Basilea II en un "cómodo" 12,4%, sólo una décima por debajo de la de diciembre de 2011.
