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viernes, 25 de mayo de 2012

Vuelve la banca pública

Vuelve la banca pública
El Ministerio de Economía estudia la creación de un holding para agrupar las cajas nacionalizadas y esperar un mejor entorno económico para su venta
Estaría integrado por Bankia, Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco.
El Ministerio de Economía estudia la creación de un holding público que aglutine los bancos que se ha visto obligado a nacionalizar a raíz de la crisis financiera.
En este holding no sólo habría Bankia, sino también otras entidades tales como Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco, la subasta de las cuales parece complicada en el actual entorno económico.
Tras las palabras del ministro Luis de Guindos el pasado miércoles en el Congreso, el sector cree que estas entidades quedarían de manera momentánea bajo la órbita pública y que, por tanto, se suspendería la subasta que ya está en marcha sobre Catalunya Caixa y la prevista a partir de septiembre sobre Nueva Galicia Banco.
La razón de esta marcha atrás son las dificultades que se perciben al Ministerio de Economía para obtener ofertas competitivas, es decir, con un coste razonable para el erario público.
Entre los potenciales compradores de las dos entidades existe cierto recelo ante el continuado cambio de las normas que afecta al sector, algo que quedó patente hace apenas dos viernes con el endurecimiento aprobado por el Consejo de Ministros de las provisiones que deben afrontar los grupos para sanearla.
A esta incertidumbre hay que añadir el impacto que puedan tener las nuevas valoraciones de solvencia de la banca que el gobierno español ha encargado a las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, que estarán terminadas a mediados del mes que viene.
"Está claro que cambiará la valoración de Catalunya Caixa y que encarecerá la subasta, porque nosotros no nos cogeremos los dedos y presentaremos una oferta asumible", explicaron desde una de las entidades presentes en la fase final del concurso.
Finalmente, otra de las dificultades añadidas que se encuentra el gobierno para sacar adelante los procesos públicos de adjudicación se la falta de recursos del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que teóricamente debe financiar el saneamiento de Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco para ofrecer cierta seguridad al comprador.
En el FGD hay menos de 1.000 millones disponibles,
que apenas servirán para cubrir la subasta del Banco de Valencia, que hoy por hoy no está previsto suspender, pero no para levantar grupos de la dimensión de Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco.

Recursos para Bankia
En vista de este escenario y de las nuevas inyecciones públicas que necesitará el grupo BFA-Bankia, desde el Ejecutivo español cobra fuerza la idea de buscar una alternativa a la entrada de capital privado en Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco.
Y esta es hoy por hoy una incógnita, ya que hay varias alternativas sobre la mesa. La más plausible es la de aplazar las subastas hasta que mejore el entorno económico-BFA-Bankia tendrá hasta tres años para dar salida al capital público-para saldarla con un menor coste para el contribuyente,
aunque también es posible una integración de los tres grupos, que sumaría el 20% de la banca española.

Las claves

Una factura demasiado elevada para el sector financiero.
El ejecutivo de Mariano Rajoy está encontrando con serias dificultades para cerrar el saneamiento del sector financiero. El continuo incremento de las provisiones requeridas en la banca ha dejado esta exhausta y sin recursos, lo que dificulta la estrategia planteada en un primer momento por el propio Rajoy: que la reestructuración sea financiada por el sector.
Una estrategia que, de hecho, ya ha saltado por los aires con la nacionalización de Bankia y con la inyección de recursos públicos que se utilizarán para garantizar su solvencia.
Sin embargo, los planes ya empezaron a tambalearse con la adjudicación de la CAM en Sabadell, que fue acompañada de una factura de más de 5.000 millones y que dejaba poco margen de maniobra al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) , la herramienta en la que el gobierno español había puesto sus esperanzas.
La negativa de las entidades a afrontar ahora una derrama especial para financiar las subastas de Catalunya Caixa y Nueva Galicia Banco ha hecho el resto.
El sector demanda, pues, ayudas públicas, pero tampoco les convence un capital del FROB que tiene un coste del 10% anual.
El fondo europeo de rescate se vislumbra como la salida más fácil a este callejón sin salida.