la bolsa

jueves, 2 de agosto de 2012

El rescate, en juego

El rescate, en juego
El BCE afronta hoy una reunión decisiva en la que podría romper su ortodoxia para ayudar a la zona euro a superar la crisis

La presión de Alemania para aguar las medidas contrasta con la frenética gira de Monti
El futuro del euro y de economías como la española y la italiana se juega hoy en Frankfurt. El Banco Central Europeo (BCE) celebra un decisivo consejo en el que debe concretar de una vez por todas las medidas prometidas por su presidente, Mario Draghi, para sostener la moneda única y alejar definitivamente las especulaciones sobre su futuro, que ahora parece cuestionado.
En medio de todo esto hay un posible rescate del Estado español y, de rebote, de Italia, dos economías que hace meses que están en el punto de mira de los mercados financieros.
Después de sus palabras en Londres el pasado jueves, se supone que Draghi pondrá sobre la mesa el impulso de políticas monetarias no convencionales que permitan aligerar la presión de los mercados sobre la deuda española y el italiano. Sin embargo, desde Alemania ya se han encargado en los últimos días de aguar las grandes expectativas creadas.
Tras rechazar el otorgamiento de una licencia bancaria para el fondo de rescate permanente (Medo), que le permitiría aumentar de manera considerable el medio billón de euros de los que ahora dispone, ayer habló el presidente del Bundesbank, Jens Wiedmann.
El jefe de la institución que más peso tiene en el BCE advirtió que los políticos "sobrestiman" la capacidad de actuación del supervisor monetario, que "está obligado a respetar y no superar su mandato", centrado en la estabilidad y el control de los precios.
Pero la presión de Alemania hacia la moderación en la actuación del BCE encuentra su contrapeso en Mario Monti. El tecnócrata primer ministro italiano ha empujado una frenética gira esta semana clave para tratar de romper la ortodoxia que marca la política del BCE.
Si el domingo habló con la canciller Angela Merkel y el martes se reunió con François Hollande, presidente de Francia, en París, ayer se plantó en Helsinki para tratar de convencer Finlandia, un partidario firme de la línea dura del BCE, para que flexibilice su posición.
"En estos momentos, la economía de mercado no está funcionando correctamente", aseguró Jyrky Katainen, primer ministro finlandés, tras el encuentro con Monti.
Hoy mismo, el primer ministro italiano volará hacia Madrid para compartir con Mariano Rajoy los resultados de un consejo del BCE clave para evitar el rescate del Estado español, un hecho fundamental para, al mismo tiempo, evitar la intervención de Italia.
Pero, ¿qué medidas puede tomar el BCE para relajar la presión de los mercados sobre estas dos economías periféricas?
Los expertos coinciden en que lo más probable es una combinación de acciones que recojan una nueva subasta de liquidez a largo plazo para la banca con programas que comporten la compra de deuda soberana a través de diferentes vías.
Todo ello, sin embargo, en un contexto que no limite la presión de los estados para que mantengan su programa de reformas.

LAS CLAVES
El FMI descarta más reformas y S & P aprueba los ajustes.
En la víspera de la reunión del consejo del BCE, el ejecutivo de Mariano Rajoy recibió dos apoyos inesperados.
La agencia Standard & Poors (S & P) confirmó la calificación BBB + de la deuda española a largo plazo - "un aprobado alto", según la firma-por el "firme compromiso con el ajuste económico y fiscal".
S & P, sin embargo, mantiene la perspectiva negativa de esta nota, aunque avisa de que podría retirarla si la economía española recibe el apoyo del BCE y de los socios europeos.
Quien también dio una mano en el Estado español fue Christine Lagarde, directora gerente del FMI: "Cuando analizamos lo que España ha hecho y tiene voluntad de hacer, vemos que no hay mucho más que el FMI podría pedir a España si estuviera en un programa [de rescate]. "
Y es precisamente este apoyo que se convierte en positivo para recobrar la confianza de los mercados lo que Rajoy espera recibir hoy del BCE y, por extensión, del conjunto de socios de la zona euro.
Con el coste de la refinanciación de la deuda por las nubes, el Ejecutivo español necesita medidas de alivio para ganar tiempo y que calen sus reformas. La alternativa, un rescate total del Estado, no parece hoy por hoy un buen negocio para la UE.