la bolsa

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Draghi insinúa la compra de deuda pública a tres años


El presidente del BCE planta cara a Merkel y el Bundesbank, y defiende la legalidad de adquirir bonos a corto plazo en el mercado secundario
El banquero avisa a Rajoy que, a cambio, impondrá "más condiciones", que definirá Jueves
Super Mario Draghi resiste la presión del gobierno de Merkel y los halcones del Bundesbank, y el jueves anunciará la compra de bonos públicos que le reclama Mariano Rajoy. El presidente del BCE confirmó ayer que la insostenible prima de riesgo española, e italiana, no le deja ninguna alternativa a intervenir en el mercado de deuda y adelantó que podría adquirir sólo bonos con vencimiento a corto plazo, de hasta tres años. Intentando mentalizar la canciller y preparar los mercados, Draghi defendió que la compra de estos títulos a corto plazo no puede considerarse financiación monetario, prohibido por los tratados europeos, sino sólo una ayuda temporal que es legal.
El banquero italiano creó aún más expectativas para la reunión del BCE del jueves exigiendo que su comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara fuera a puerta cerrada, y vetó, por primera vez, la entrada de cámaras y periodistas.
Algunos eurodiputados, sin embargo, revelaron el contenido del discurso de Draghi y también su encuentro con parlamentarios alemanes que le cuestionaron la legalidad de esta posible compra de bonos de hasta tres años (el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, incluso todo estaría planteando dimitir).
Para tratar de apaciguar los ánimos, Draghi insistió en que la asistencia en ningún caso será gratis y que a cambio Rajoy y Monti deberán cumplir "condiciones muy estrictas", aunque se negó a concretarlas.
Anteriormente había avisado de que los gobiernos que necesiten que Frankfurt los compre bonos deberán pedir ayuda al fondo de rescate del euro y, por tanto, firmar un memorándum. Intentando calmar Berlín, el banquero central del euro criticó la barra libre de liquidez gratuita que su predecesor, Jean-Claude Trichet, puso en marcha sin pedir nada a cambio a los socios del sur. "Una nueva intervención en el mercado de deuda estará ligada a más condiciones", aseguró.
"Comprar bonos inmaduros, de corta duración, de uno, dos años o hasta tres años, no contradice el mandato que tiene el BCE, pero en cambio comprar bonos a largo plazo o en el mercado primario sí se consideraría financiación monetario, que está prohibido por los tratados ", alegó Draghi, según un eurodiputado.
Draghi también se enfrentó a Alemania defendiendo que el BCE pueda supervisar todos los bancos europeos y no sólo los de riesgo sistémico como defiende el ejecutivo de Merkel.

La troika apuesta por la semana laboral de seis días en Grecia
La semana laboral griega debería alargar de cinco a seis días y la indemnización por despido debería recortar a la mitad, según los inspectores de la CE, el BCE y el FMI desplazados a Atenas. La temida troika, que verifica si Andoni Samaras está cumpliendo el recorte de 11 .600 millones extras y merece que el Eurogrupo le pague el tramo de 31.000 millones de rescate acordado, recomendó al gobierno heleno que "incremente la flexibilidad de los horarios de trabajo "y" reduzca el elevado coste de entrada y salida de los trabajadores del mercado laboral ", según informa el rotativo Imerisia . Aparte de trabajar seis días a la semana, los hombres de negro reclaman que el tiempo mínimo de descanso obligatorio entre turnos de trabajo se limite a once horas y que no haya restricciones para los cambios de turno.
También quieren reducir a la mitad el preaviso de despido y el importe de algunas indemnizaciones (paro, del 23,1%, ya roza la tasa española), así como abaratar, en general, los impuestos que los empresarios pagan por cada trabajador.