La UE acosa a Grecia mientras Rajoy suplica ayuda al BCE
Los gobiernos del euro ya preparan un plan de emergencia para afrontar las pérdidas de un "divorcio amistoso" con Atenas
Merkel mantiene el veto a los eurobonos a pesar de la alerta del presidente español que "no se puede vivir así mucho tiempo más".
Operación Grexit en marcha.
Los gobiernos de la zona euro ya están preparando un plan de emergencia para afrontar las pérdidas de un "divorcio amistoso" con Grecia, según confirmó ayer el gobierno belga.
El ex primer ministro griego, Lukas Papadimos, cifra en entre medio y un billón de euros el impacto en los mercados de esta ruptura, que tomará el Estado español en su peor momento, con la prima de riesgo batiendo récords y credibilidad cero por el agujero de la banca y las cuentas públicas.
Precisamente Mariano Rajoy suplicó a sus homólogos que el BCE intervenga urgentemente para que "no se puede vivir así mucho tiempo más".
François Hollande y Angela Merkel no decepcionaron las expectativas de un combate de boxeo en el estreno del socialista en Bruselas.
El presidente francés apoyó al español calificando de "inaceptable" que Alemania esté financiando a un coste "casi cero" mientras España se desangra en los mercados y exigió al BCE que "vuelva a intervenir en el mercado para aportar equilibrio y financiación a intereses muy bajos ", sobre todo para los socios" que están haciendo un esfuerzo muy importante ".
Pero el SOS de Rajoy se estrelló contra el muro de la inflexibilidad de la canciller alemana, que recordó que precisamente el acceso a este dinero barato (es decir, que españoles o griegos pagaran casi los mismos intereses que los alemanes) provocó la burbuja inmobiliaria.
De eurobonos, ni hablar. Incluso Rajoy dejó por imposible esta mutualización de la deuda que promueve Hollande, al menos a corto plazo, y se centró en presionar al BCE.
Tampoco intentó renegociar la austeridad merkeliana: después de las trampas de Madrid, la Comunidad Valenciana y Castilla y León con el déficit oculto, el presidente español no se atrevió a pedir un año de prórroga para suavizar los recortes.
Pero Hollande no renuncia y sigue tensando la cuerda, convencido de que no está solo, a pesar de ser casi el único socialista en la cena de Bruselas: "Los jefes de Estado y de Gobierno que no son socialistas también se están movilizando y eso me permite ser optimista,
porque, a pesar de no tener la misma sensibilidad que yo, están totalmente convencidos de que hay que apostar con más energía por el crecimiento. "
Pero Merkel no se movió ni un milímetro y advirtió que los eurobonos no sólo son ilegales sino que "tampoco contribuirían a reactivar el crecimiento".
LA CIFRA
1100 millones de euros de fondos europeos aún no gastados se reinvertirán a combatir el paro juvenil en España.
