la bolsa

miércoles, 23 de mayo de 2012

Se rescatan países, bancos no

Se rescatan países, bancos no
La CE avisa de que "jurídicamente no es posible" inyectar dinero del fondo europeo de rescate directamente a la banca española
Toda ayuda conlleva ajustes, recortes 'a la griega' y una cesión total de soberanía.
Con amigos como François Hollande, a Mariano Rajoy no necesita enemigos.
El presidente español incluso la habría votado, si fuera francés, confiando en que con los socialistas en el Elíseo Angela Merkel por fin abriera el puño y se aviniera a suavizar la austeridad.
Pero su estreno no podía haber sido más desafortunada: con la prima de riesgo batiendo récords, una rebaja masiva de calificación y el fantasma del corralito rondando la banca española,
Hollande se ha atrevido a evocar el rescate del sistema financiero español que el gobierno del PP niega, proclamando que "sería deseable una recapitalización y seguramente sería necesario hacerla con los mecanismos de solidaridad europeos".
Es decir, utilizar el fondo de rescate del euro, de 500.000 millones, para salvar la banca del Estado.

Pedir esta ayuda es la última bala que se reserva Rajoy, la última alternativa que usaría el gobierno del PP antes de tirar la toalla.
Y es que, hoy por hoy, no se puede pedir ayuda para la banca sin aceptar ser rescatado como país en conjunto, con todo lo que ello implica: ceder a Bruselas y Washington la poca soberanía que aún le queda a la Estado, someterse a recortes a la griega, quedó estigmatizado por las futuras generaciones ...
Irlanda precisamente se vio abocada al rescate de la UE y el FMI después de haber tapado con unos 70.000 millones de euros el agujero de su banca (sólo la factura de nacionalización del Anglo Irish Bank ya subió a más de 29.000 millones).
Estas ayudas con dinero público hicieron disparar el déficit del hasta entonces Tigre Celta en un 31,2% del PIB.

Cada vez más voces reclaman en Alemania que acepte flexibilizar el fondo de rescate porque no sólo se pueda utilizar cuando ya es demasiado tarde, justo antes de la quiebra.
Incluso la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha pedido a Merkel que esta red de seguridad se utilice para inyectar dinero directamente a los bancos europeos, sin tener que rescatar a la vez los gobiernos.
Pero la canciller no quiere ni siquiera negociarlo.
Y la Comisión Europea recordó ayer que es imposible, al menos desde un punto de vista jurídico.
"No es posible inyectar dinero del fondo de rescate europeo directamente a los bancos, toda ayuda debe pasar por los estados y ello conlleva aceptar un programa de ajuste", advirtió el portavoz económico, Amadeu Altafaj.

Como los del norte
Pero en esta crisis sin precedentes no sería la primera vez que se toman decisiones excepcionales, ad hoc. Por ejemplo el BCE tiene prohibido prestar directamente a los Estados miembros, pero utiliza los bancos de intermediarios, inyectándoles dinero a muy bajo interés para que ayuden a los gobiernos en forma de compra de bonos soberanos.
En todo caso, el ministro De Guindos volvió a insistir ayer una vez más que los bancos no necesitan ni un euro de Bruselas y que Hollande "probablemente sabe mejor cómo está la banca francesa que la española".
Esto, sin embargo, no es lo que dice el sector financiero español: los bancos no verían con malos ojos una ayuda pública europea, ante la imposibilidad de Rajoy de endeudarse más, y recuerdan que sus competidores del norte recibieron muchos rescates en 2008 y 2009, al inicio de la crisis.

Ya se ha visto Irlanda
Irlanda se vio abocada al rescate después de haber tapado con 70.000 millones el agujero de su banca, unas ayudas que hicieron disparar el déficit hasta el 31,2%.