La UE ya trabaja en una unión fiscal para superar la crisis
El presidente de la Comisión, Durão Barroso, anuncia que propondrá formalmente la cohesión financiera europea el próximo otoño
Bruselas escucha, así, las demandas del FMI y EEUU.
Presionada por todas partes, la Unión Europea ha escuchado los llamamientos de la comunidad internacional y ya trabaja para lograr una cohesión fiscal y financiera que vaya más allá de la unión monetaria.
Así lo anunció ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en el marco de las reuniones del G-20 en Los Cabos, México.
La crisis de la deuda en la UE y el goteo de países rescatados no ha sido vista con buenos ojos desde los foros internacionales, y no en vano las llamadas a la acción se han sucedido tanto desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) como desde los Estados Unidos.
Sin cambios radicales
Así pues, y conscientes de que la UE seguirá en recesión, Bruselas ha decidido plantear formalmente la unión fiscal, en una propuesta que se estudiará a fondo durante la próxima cumbre europea de finales de junio.
"Podemos avanzar y debemos avanzar hacia la unión fiscal. [...] La mutualización de la deuda es posible ", aseguró ayer el propio Barroso, que considera que con la medida se reforzaría el sistema de supervisiones, se incrementaría la transparencia y mejoría el control de los riesgos.
La nueva arquitectura de la Unión, que no supondría cambiar a fondo el tratado, permitiría una supervisión de los presupuestos mucho más coordinada y un sector bancario más integrado en el ámbito europeo.
Al mismo tiempo, ya pesar de las reticencias expresadas por el gobierno alemán, Barroso anunció que la unión fiscal vendría acompañada de los eurobonos, descritos como "una herramienta para mejorar la disciplina y la estabilidad".
"Los eurobonos no nos darán licencia para gastar", defendió el presidente de la Comisión Europea.
Por su parte, Van Rompuy defendió el proyecto europeo, y asumió como "irreversible" la moneda única.
En medio de la presión internacional, Van Rompuy reconoció que no hay soluciones rápidas, pero puso sobre la mesa el compromiso de la Unión Europea para apuntalar el crecimiento.
LA FRASE
Los eurobonos mejorarán la disciplina y la estabilidad, no nos darán licencia para gastar
José M. Durão Barroso
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA
LAS CLAVES
El G-20 insta la rotura del vínculo entre bancos y estados
Según el borrador de la declaración final del G-20, que se hará pública hoy, el grupo de países más industrializados del mundo instarán la Unión Europea a tomar "todas las medidas necesarias" para resolver la crisis de la deuda y salvaguardar la integridad
y la estabilidad de la zona euro, en un momento en que el Viejo Continente se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza de la comunidad internacional.
Interdependencia
Entre estas medidas, el G-20 recomienda de manera vehemente a los gobiernos europeos que rompan el "vínculo vicioso" entre unos bancos con problemas y unas finanzas estatales asfixiadas por la crisis.
Los miembros del G-20 consideran esta retroalimentación una relación peligrosa basada en la "interdependencia".
Lecciones
Con todo, Durao Barroso alertó a los miembros del G-20 que no esperen ninguna cura milagrosa para los problemas que afectan a la zona euro.
"Francamente, no hemos venido a recibir lecciones de democracia o sobre cómo gestionar la economía".
