la bolsa

jueves, 5 de julio de 2012

El ex jefe de Barclays niega que el Banco de Inglaterra le pidiera ninguna manipulación

El ex jefe de Barclays niega que el Banco de Inglaterra le pidiera ninguna manipulación
Bob Diamond declara ante el Parlamento británico por el escándalo de los tipos interbancarios

Se escuda en el desconocimiento de prácticas de 14 operadores.
Incredulidad y frustración. Los parlamentarios británicos del comité del Tesoro que ayer interrogó durante tres horas el hasta el martes consejero delegado de Barclays, Bob Diamond, que dimitió por causa del escándalo de la alteración de datos para manipular el tipo de interés interbancario entre 2005 y 2009, no aclararon nada.
Diamond desactivó el punto políticamente más explosivo de su declaración asegurando: "no creo" haber recibido instrucciones del subgobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, para maquillar los datos y hacer aparecer los intereses de Barclays más bajos de lo que realmente eran.
Los diputados le pidieron sobre este punto a partir del documento que el banco había hecho público el día anterior, y en el que se recogía un correo electrónico de Diamond referido a una conversación telefónica con Tucker sobre esta cuestión, que tuvo lugar el 28 de febrero de 2008, en el momento de más pánico tras la quiebra de Lehman Brothers y durante la nacionalización parcial de RBS y Lloyds.
De las palabras de Diamond lo único que se puede deducir es que era un incompetente por no haberse "enterado hasta el mes pasado de que sucedía" en la entidad. Pero este testimonio también parece increíble para un hombre de su experiencia.
Lo más lógico, pues, es pensar en el consentimiento de las prácticas fraudulentas de los 14 operadores que facilitaban la información falsa.
Diamond afirmó que en descubrir qué pasaba, enfermó físicamente, que "el banco actuó rápidamente" y que la conducta descubierta, y por la que Barclays ha sido multado con 330 millones de euros, "es reprobable".
Se mostró "decepcionado y enfadado", y al mismo tiempo dijo: "quiero" el Barclays. Bob Diamond hace dieciséis años que trabaja, los últimos dieciséis meses en el cargo de máxima responsabilidad. Desde 2006 el banquero ha recibido un salario de unos 124 millones de euros.
Ayer el primer ministro Cameron dijo al Parlamento que no consideraba "adecuado" que los banqueros que han sido acusados ​​de actitudes deshonestas lleven un salario final en el momento de la despedida.
Después de su testimonio dio la impresión que Diamond no quiere dejar escapar los 27 millones más que tenía fijados para el momento del adiós.
Lo que muchos habían calificado de día del juicio final para una cierta cultura de impunidad-y ​​corrupción-de la City no pasó de ser, pues, una farsa de apariencia democrática, bendecida por el primer ministro, David Cameron, que se niega a autorizar una investigación judicial.

LA FRASE
Enfermé físicamente en darme cuenta de que pasaba
Bob Diamond
EX CONSEJERO DELEGADO DE BARCLAYS

LA CIFRA
27 millones de euros es la paga que tiene fijada Bob Diamond por su salida del banco ya la que no quiere renunciar.

La imagen de predador del sistema capitalista

El de Barclays no es un escándalo más provocado por fallos en los controles del sistema, por "insuficientes" medidas de control, como apuntó Diamond.
El de Barclays-otros bancos también son investigados, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, y lo más probable es que haya cargos criminales y encausados ​​que se sienten ante un tribunal-ofrece la cara de depredador del sistema capitalista.
El beneficio es lo que cuenta, sin importar el precio a pagar. La City, favorecida desde los años ochenta por una laxitud en la regulación, sólo hace que operar para sacar el máximo rendimiento de sus operaciones.
Cuando ayer Diamond usaba palabras como honestidad , esfuerzo o trabajo para referirse a la cultura de empresa de Barclays, despreciaba la inteligencia del público que lo escuchaba, en directo y por televisión.
El problema es que la clase política es cómplice de la City, demasiado poderosa para derrotarla.