la bolsa

domingo, 22 de julio de 2012

Rescate sin crédito

Rescate sin crédito
Ni el visto bueno al rescate bancario, ni la retahíla de recortes, ni el recruament de la fiscalidad, calmo la prima de riesgo, que supera la cota 600
La bolsa se desploma cerca de un 6% coincidiendo con el SOS del País Valenciano
Irlanda fue rescatada con una prima de riesgo de 544 puntos básicos y Portugal todavía resistió hasta los 627. Según estas premisas-Grecia fue un caso especial, con diferenciales mucho más desorbitados-, en el Estado español podrían quedarle dos telediarios antes de pedir su propio rescate.
La desconfianza cósmica en la solvencia del Estado y la eficacia de sus gestores hizo ayer que la prima de riesgo, el diferencial de rentabilidad con el bono alemán, despegara hasta el récord histórico de los 610 puntos básicos con el interés del bono a roce del 7,3%.
Y, si el viernes fue negro para la deuda, no lo fue menos para el mercado de renta variable, en la que el Ibex 35 también reventó el sótano y se derrumbó de un 5,8%, el retroceso más fuerte los últimos dos años.
La banca era, como de costumbre, en el punto de mira, y la ironía del destino hizo que Bankia, el título más vergonzante del mercado, liderara las bajadas con un 10,4% en el aniversario de su debut.
De nada sirvió que ayer tanto Finlandia, el miembro más reacio a apoyar a los díscolos socios meridionales, como el Eurogrupo en pleno dieran vía libre y sin retoques de última hora al rescate del sector financiero español hasta un máximo de 100.000 millones de euros.
Tampoco ayudó el "apoyo unánime" expresado por el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Ollie Rehn, que insistió en que el rescate aprobado ayer "abre la puerta" a la recapitalización del sistema financiero.
Rehn se quedó solo predicando en el desierto y asegurando que la cicatrización de los ojales de la banca y todos los ajustes y reformas presos serán la vía de salida de la crisis.
En este sentido, en toda la legislatura comandada por Mariano Rajoy los mercados han ido recibiendo la mayor parte de medidas teóricamente correctivas del déficit (recortes, subidas de impuestos, reformas, etc.) Con una voracidad que ha contradicho frontalmente la intención con que imponían.
 
Desencadenantes
Contribuyeron a la derrota de ayer, y mucho, las previsiones oficiales de la Moncloa, que no constata ni espera la ansiada recuperación económica y, de rebote, la del anoréxico mercado de trabajo, antes del 2014, así como la petición de la Generalitat Valenciana de un rescate por medio del fondo de liquidez autonómico de sus depauperados cuentas públicas.
La lógica incredulidad que el Estado español pueda asumir una deuda ingente por culpa del círculo vicioso en que ha entrado la rentabilidad de los títulos del Tesoro provocó la que podría ser la estampida definitiva de los inversores, sin que nadie vea una solución inmediata y concluyente a la espiral de descrédito internacional del Estado.
Para tratar de salvar los muebles, Rajoy ha escatimado vacaciones a su gabinete y ha programado tres consejos de ministros para el mes de agosto.