la bolsa

domingo, 1 de julio de 2012

Una victoria envenenada por Hollande

Una victoria envenenada por Hollande
El presidente francés puede felicitarse por el cambio de rumbo que ha impulsado para Europa con la aprobación de medidas de crecimiento

Francia deberá asumir una pérdida de soberanía presupuestaria a medio plazo.
Terminada la semifinal futbolística entre Italia y Alemania del jueves por la noche, el presidente del equipo ganador, acompañado de Mariano Rajoy, jugó la prórroga anunciando que ni el Estado español ni el italiano no ratificar el pacto por el crecimiento si no se tomaban medidas de urgencia para frenar la sangría de la prima de riesgo.
La inyección de 120.000 millones de euros acordada la semana anterior en la reunión a cuatro bandas que Merkel, Rajoy, Monti y Hollande mantuvieron en la ciudad de Roma quedó cortocircuitada y el presidente francés, que había venido a la cumbre europea a recoger el visto bueno de la Unión Europea por su plan de crecimiento, quedaba entre la espada y la pared y jugándose buena parte de su capital político.
Después de toda la madrugada de negociaciones, Hollande apareció ante la prensa felicitándose de haber salvado "el pacto por el crecimiento, que debía completar el pacto presupuestario".
La modificación del pacto presupuestario impulsado por Merkel y Sarkozy a principios de año era una obligación política para Hollande y, aunque no ha podido tocar el grueso del texto, ha añadido un epílogo en forma de millones con los que queda cubierto.
"Yo venía a renegociar lo que estaba decidido, en el sentido de añadir lo que faltaba, crecimiento y medidas de estabilidad, y lo hemos conseguido", repitió.
A cambio de esta concesión alemana, el presidente francés aprobará el pacto presupuestario que la dupla Merkozy había trazado para Europa.

Segunda victoria

De rebote, sin embargo, Hollande ha conseguido, casi sin proponérselo, una segunda victoria que puede ser determinante para el porvenir europeo.
Las presiones de Monti y Rajoy para frenar la crisis de la deuda han abierto un camino hacia la mutualidad de la deuda europea, una de las exigencias primigenias de Hollande que él traducía en eurobonos.
El mecanismo europeo de estabilidad (Mede) definido en esta cumbre refinanciará los bancos de manera directa, sin pasar por los estados.
A efectos prácticos, para refinanciar una banca ya no será necesario que un estado compre deuda, sino que lo hará Europa, lo que equivale a decir que se trasladará el riesgo bancario de los Estados a instancias europeas y la deuda será continental, no estatal.
Ahora quedan por definir las contrapartidas que establecerá Alemania, entre las que cabe contar con él una cesión de soberanía de los estados en beneficio de la UE que Hollande tendrá que vender muy bien de puertas adentro.